lunes, 6 de julio de 2009

Tu partida...

Arena seca escapando entre mis dedos
fue tu partida, Noé,
no podía retenerte, no pude, ni mi amor pudo,
eso fue lo más terrible de tu
muerte,
la impotencia de ver cómo te ibas y
no tener el poder de rescatarte, mi nena,
cómo pude soportar aquello,
no lo sé, hoy todavía no lo sé.
Cómo seguir viviendo sin tu presencia cotididana,
sin tu voz, sin tu mirada,
cómo mirar al mundo haciendo que vivo,
cuando en realidad la mitad de mí se ha ido...
hoy todavía no lo comprendo...
Noelia, fuiste el amanecer de mi vida maternal,
me diste tanto... tanto... hija amada, que aún,
en esta suerte de perpetua sinrazón que es seguir viva,
si tuviera que elegir que nacieras o no...siempre te elegiría.
Alguien alguna vez me dijo,
ellos no vinieron a amargarnos la vida...y es verdad...
vos me diste dieciseis años de extrema alegría,
orgullo y amor sólo de estar viva...
porque vos eras mi hija, porque yo era tu mami,
Tu carita dulce perdura en mis retinas
y toda tu ternura está presente en mí,
cada minuto, cada hora, cada día...
Noé, hija primera, creaste en mí
a la mamá que jamás dejaré de ser
porque es mi orgullo más genuino...Ahora, sólo espero...
Acompaño a mi otro amor, tu hermanita
y cuando Dios me llame,
te imagino esperándome, tendiéndome tus brazos...
no dejes de hacerlo Noé
hace casi quince años que es mi mayor sueño...
te amo como siempre te amé,
y te extraño siempre más,
hija mía...
Mami
Melan