Y tus palabras lo lograron mi amor, cada día al despertarme y en diversos momentos de él, te recuerdo mi petichita linda, pero me dejaste más tranquila diciéndome todo aquello y entonces me dije, " como me dijo Noé, no debo estar triste si ella está nada menos que con Jesús, su amigo, su hermano, a quien tanto quería conocer personalmente aquellos últimos días de salud, conversando conmigo me lo decía". Por eso mi amor es que he tardado en contestarte, te repito tu recuerdo es diario y hasta te diría horario, pero mi alma está en paz con respecto a vos.
A veces sí, por actuales situaciones tengo ganas de irme ya de este mundo y entonces me imagino compartiendo el tuyo, aunque yo sé que deberé pasar por una rendición de cuentas previa que quizás hagan que no pueda verte instantáneamente, no sé. Hay mucha gente que no cree en el purgatorio y menos en el infierno. Yo sí creo, creo que existen pero no como lo imaginamos, son otra cosa, deberán ser otra cosa más inteligente que solamente dolor físico para sufrirlo. Imagino sentir en mi alma los mismos dolores que a otros quizás provoqué. Imagino una especie de limbo donde no sabemos bien si estamos muertos o vivos, donde todo es gris y anodino y donde allí nos retrotraemos en el tiempo y volvemos con la memoria a la vida en la tierra y entonces recordamos cada uno, por pequeño que sea de las faltas cometidas y otra vez volvemos a sentirlas en carne propia. Es una manera de darnos cuenta cuánto mal hicimos y enmendarnos, eso creo yo, porque siempre que uno se pone en el lugar del otro recién puede comprender más cercanamente lo que le está sucediendo, imaginate que realmente estemos en el cuerpo de quien hemos dañado.
En fin son elucubraciones mías, un tanto tanáticas diría Marina, tu Nany, y sí es que me he vuelto tanática. No me molesta hablar de la muerte o pensar en ella, al contrario, es el último momento de la vida terrenal, es el paso a la otra vida, qué tan malo puede ser si uno no tiene terribles pecados que afrontar frente al Padre?
El domingo estuve con la abuela y hablábamos de eso y ella me decía por qué siempre hablo tanto de la muerte y yo le decía todo esto anterior pero además le decía que ella debiera entenderme ya que también tiene un hijo que ya ha pasado por la muerte, mi querdio Pachi que seguro está a tu lado y además le explicaba que si la mayoría de los seres que más he amado en la vida han ya pasado por la muerte y dada mi fe sostenida en Jesús y Su Palabra, consecuentemente no me queda otro camino que creer que estás bien y por lo tanto la muerte no es algo terrible y oscuro, no, no lo es para las personas de bien, para las buenas personas. La gente buena no debe sentir miedo ante la muerte.
Yo, para serte sincera le tengo miedo al dolor previo a la muerte, a la agonía, a eso que yo te vi pasar a vos mi vida, que no tenías que haberlo sentido porque eras muy buena, la mejor, y sin embargo sufriste tanto antes de irte... Dios! cuánto sufriste! Por eso creo Padre que le estarás dando la mejor de las vidas en este momento a mi amada hija Noé, sin haber tenido pecado casi en este mundo, cuánto de malo podrías haber hecho a lo 16 años?, sufriste tanto, tanto, que no me cabe duda de todo lo que me decís hija de mi alma.
Bueno, esta vez la charla se me fue de las manos, no te conté nada de aquí, pero yo sé que vos siempre estás cerca nuestro y conocés todo. Te quiero mi nena, también te extraño a pesar de todo y te amo con toda mi alma. Te mando el enorme abrazo que nos daremos de verdad cuando nos reencontremos y un beso cargado de amor maternal. Chau petichita linda. Mami.
