Cuando como hoy, miro las placas y veo los nombres y les pongo las flores a los tres, me quedo siempre pensando, "están juntos, ellos me la están cuidando" y cuando me voy y beso los pastitos les pido a ellos dos siempre que te cuiden. Al momento me digo, y de qué la van a cuidar si ella está en el Cielo?, donde no hay peligros, ni miedos ni nada malo, es entonces cuando les pido a los tres que cuiden a Marina, ella está aquí conmigo, vive esta vida vertiginosa y peligrosa que se vive hoy día, pido siempre por ella, por su seguridad, por su salud y por sus estudios.
Hija de mi alma, me voy a acostar, necesito dormir, para no pensar tanto en que este día a esta hora estabas en terapia y mi alma se apretaba en mi pecho de dolor y de miedo, no quiero recordar más este día oscuro, el más oscuro de mi vida, me vienen a la memoria las ventanitas con cortina de plástico del Garrahan desde donde yo espiaba a ver si te veía y sí te veía, toda entubada y llena de cables y conexiones y un incansable bip bip que era tu corazoncito que luego de despedirte, cansado ya de aguantar tanto dolor, respiró hondo y se detuvo para siempre. Fue un minuto después de que te despidiera y te diera permiso mi bebé para irte, para volar tranquila, para no sufrir más y dejar que aquí yo me ocuparía de cuidar a tu hermanita y tu padre. Tu padre no quiso que lo cuidara más que cinco años, tu hermanita sigue conmigo y es mi compañerita de vida, es quien me hace sentir que todavía no tenemos que reencontrarnos Noé, que el abrazo esperado debe seguir esperando, es por ella que sigo mi amor, sólo por ella, nada ni nadie más en este mundo me retiene, sólo Marina y mientras ella me necesite te sigo pidiendo que me esperes y me ayudes desde Allá con todo lo que tengo que hacer aquí.
Eso sí, cuando vos veas que ya no soy necesaria para Marina, cuando comience a ser un problema para su vida, entonces pedile a Jesús, vos que sos su amiga desde antes y ahora mucho más, que te envíe a buscarme y entonces sí, quiero ver el pasillo azul que vos me digiste que veías, con vos caminando en él y ver tu carita llena de esa sonrisa hermosa que tenías y esos grandes y bellos ojos negros de turquita que yo amaba, con tu pelo negro, largo y lacio y que así, llena de luz... me alargues los brazos y entonces sí se habrá cumplido mi sueño, el que tengo desde hace dieciseis años, el de reencontrarnos con un inmenso abrazo en el Cielo...
Te amé desde que te concebí, y antes también porque te desée mucho mi nena, te amo inmensamente ahora aunque no te tenga físicamente a mi lado y te amaré siempre, todo lo que me quede de vida aquí y luego Allá cuando ya volvamos a estar juntas otra vez y te ayudaré a preparar el lugarcito para que cuando ya hayan pasado muchos años venga Marina y otra vez vuelva a abrazar a mis hijas y a decirle a Dios como le decía cuando eran chiquitas y yo las abrazaba a ambas y mirando al Cielo le decía "Gracias Dios mío por estas dos hijas hermosas, inteligentes y buenas que me diste, gracias".
Psdta. Desde mi escritorio de la computadora siento permanentemente el aroma de las fresias que puse en tu cuadro de los quince con el rosario que Marina me trajo de Luján cuando fue hace poco con papá y es tan fuerte la fragancia, que es como si estuvieras a mi lado. Es que identifico tanto a las fresias con vos mi nena amada, tus flores preferidas, las que te alegraban el alma cuando yo llenaba la casa de ellas ni bien llegaban en agosto. Te traían, decías, presagios de primavera, verano, la playa, el mar, San Bernardo...!! Cuántos recuerdos hermosos hija mía. Es doloroso no tenerte, pero volvería a darte a luz solamente para volver a vivir con vos los maravillosos dieciseis años que pasamos juntas. Te amo. Mami.
