domingo, 9 de agosto de 2009

Quisiera decirte muchas cosas, pero hoy no puedo...

Hija querida, hace dos días que no te escribo, estuve bastante ocupada en otras cosas. Hoy es sábado y un poco más tranquila de tiempo me decido a dejarte unas palabras para que no te olvides que yo siempre estoy con tu recuerdo en mi mente y en mi corazón.
No me resulta muy fácil escribir en estos momentos, Marina está con sus amigos, no son tantos pero hablan y hacen ruido como si fuesen diez.
¿Cómo estás ángel? ¿Qué harás Allá cada día? Siempre me pregunto si ustedes pueden bajar aquí todos los días, si tienen permiso irrestricto o si están limitados...y cuánto.
Si vos supieras cuántas cosas quisiera saber sobre la vida después de la muerte...tanto que a veces quisiera morir porque estoy segurísima que es mucho mejor estar allá que aquí.
Ahora por ejemplo, me encantaría estar sola, y no puedo. Necesitaría poder llevar mi compu a mi habitación pero no tengo estufa, voy a tener mucho frío y encima me hará mal a la salud. Además no me parece mal que Marina esté con sus amigos, pero yo no tengo nada que ver con lo que ellos hablan, con cómo son, con sus conversaciones, con sus vidas, con sus años.
Mi amor, voy a tener que dejarte hoy, porque no puedo escribir con tanto ruido. Te digo que te amo como siempre, profundamente y no te olvides que siempre, siempre te extraño. Te dejo de regalo un arbolito que a mí me gusta mucho. Te amo Noé.
Melan.