martes, 15 de junio de 2010

GRACIAS NOELIA, HIJA AMADA.

Hija mía, cuántas buenas, alentadoras y hermosas palabras me decís. ¿Sabés que estoy segura que no sólo sos una buena hija desde el Cielo sino que lo hubieras sido aquí en la tierra si no hubieras tenido que partir? Siempre te imagino trayéndome a mis nietitos. Sí porque pienso que vos hubieras estudiado quizás psicología pero lo hubieras hecho ya casada y esperando tus bebés, tanto querías ser mamá ... Bueno, no voy a hablar más de lo que "podía haber sido", si no fue ya está, ahora hay que mirar este presente en el que vivimos en dimensiones o mundos diferentes pero que nuestro amor de madre e hija ha podido mantenernos unidas a pesar de esa distancia que desconocemos.
Quiero contarte una buena noticia que imagino habrás sabido antes que yo e imagino también que como te pedí estuviste allí ayudándola ¿Viste que Nanita aprobó Derecho Internacional Privado? Estoy muy contenta de verdad, porque es una materia difícil, porque con esta y otra más ya termina las obligatorias y empieza la parte más fácil, porque ella elige las materias y son por puntos. Ahora si siento que Marina ya está en la recta final, que no es cortita, pero es el último tramo de este largo camino de libros, exámenes y estudios de todo tipo.
¿Viste cuánto la ayudé esta vez? ¡Estuvimos nueve horas seguidas el domingo estudiando! A mí de a ratitos se me cerraban los ojos, pero igual quise seguir porque sé que le hace bien que yo la acompañe cuando estudia y me siento muy feliz de que haya dado resultado. Una menos.
También quiero decirte gracias a vos mi nena linda, porque sé que siempre estás a su lado cuidándola porque yo vivo molestándote con ese pedido, pero es que ella anda todo el día por la calle muy temprano, muy tarde, con frío, lluvia o calor y siempre tengo miedo de que algo le pase, pero en cuanto te la confío a vos me quedo más tranquila. Ella también te tiene siempre muy presente lo sabés no?
Mi amor, gracias también por esas últimas palabras de la entrada anterior respecto a que me cuide del maligno, te juro que lo hice y me siento mucho mejor. He logrado hacer cosas que antes no podía y eso es porque recuerdo tus palabras. Volvía a rezar más seguido también, que era algo que estaba dejando, en fin, que siempre estoy con la mirada puesta aquí en la tierra sobre la abuela y sobre Marina, y allá en el Cielo siempre pensando en vos principalmente y en el tío Pachi, el abuelo y todos nuestros familiares que ya se fueron, pero ustedes tres son el centro de mi pensamiento y de mi pedido de ayuda cuando necesito algo para mí, Nanita o la abuela.
Yo sé hija que vos nos ves y que siempre estás cuidándonos, pero igual quiero decirte que te extraño como el primer día y que hay veces que no parecen quince años los que pasaron, parece que hace apenas unos días yo todavía te abrazaba y vos me decías que por qué vos eras la única chica más baja que su mamá, y yo te decía "porque vos sos mi petichita" ¿te acordás? Yo no me olvido de nada ni de ningún momento de los que pasamos juntas hija mía y quiero decirte que haber sido y seguir siendo tu mami, aunque sea así separadas por ahora, es el hecho más imporante y feliz que me ocurrió en la vida. Todos los días de mi vida, absolutamente todos recuedo tu carita, tu sonrisa hermosa, tus enormes ojos rasgados, tus largas pestañas y ese remolinito que tenías en el borde del comienzo del cabello en la frente y que te hacía renegar con los flequillos. Recuerdo cuando te iba a comprar ropa, qué alegría y también cuando iba sola a elegir los juguetes de navidad y reyes. Yo era tan feliz haciendo eso... Sinceramente hija, vos sabés que no miento, ni aparento nada, todos los momentos a tu lado fueron felices, salvo claro los de tu enfermedad, pero eso no quiero recordarlo porque me produce demasiado dolor.
Sabés a veces pienso que quisiera que hubiese algo que me hiciera recordar esos terribles cuarenta y dos días y que todo termine el 22 de agosto a la mañana cuando fuiste a la escuela y no ese triste 3 de octubre en que tuve que ver cómo enterraban ese cuerpito que yo tanto cuidé desde mi panza, que tanto amé. Eso no debería vivirse, nadie debería vivir un momento así con un hijo, debería ser naturalmente imposible vivirlo. No sé como que un elefante sea rosa o una rosa negra, algo así debería ser eso, algo imposible para la naturaleza humana, porque el martirio que se siente es tal que es casi imposible soportarlo.
Pero parece que algún motivo debe tener y por algo debe ser que eso al fin puede vivirse y soportarse aunque a uno le parezca que le están arrancando el corazón sin anestesia, si uno puede al fin pasarlo, debe ser por algo y por ese algo que quizás sea que yo haya podido estar el domingo todo el día ayudando a Marina con Internacional Privado, hay que seguir. Seguramene me enteraré de todos los por qué cuando yo también regrese a la patria celestial.
Mi amor, mi nena amada, ahora ya voy a dejarte por hoy, no me siento muy bien, me recostaré un ratito antes de que venga Marina del trabajo.
Sabé que te amo como siempre mi hija del alma y sabé que tu mami siempre, siempre te recuerda y te extraña pero está orgullosa de las dos hijas que tuvo, porque vos también fuiste un ejemplo de hija y sobre todo de hermana, ocho años parecen pocos pero fueron lo bastante para que compartieras con tu hermanita y pudieras dejarle todo el bagaje de enseñanzas que le dejaste hija, eso es mucho y yo lo valoro inmensamente.
Te amo con toda mi alma, dale un beso al abuelo y al tío Pachi de parte mía, también a los abuelitos, a todos los amo y espero el momento de reencontrarnos en un gran abrazo familiar. Te ama inmensamente, tu mami.