Hija perdoname por no haberte dejado ningún saludito en este lugar el 4 de enero, pero vos sabés que estuvimos conectadas de muchas maneras. No me sentí con fuerzas como para sentarme en la compu a escribir y además viste a quien tenés tan cerquita en el parque ahora? Nada menos que a Sandro, ver esas imágenes me parecía mentira, él descansando tan cerquita tuyo. Estaba sola y aproveché a llorar tranquila sin reprimirme, recordando el momento en que me hiciste mamá, recordando tu carita chiquitita y tus enormes pestañas y al mismo tiempo miraba la tele llorando por Sandro ese ídolo de mi adolescencia que ahora descansa cerquita tuyo.
Ahora que ya me siento un poco mejor, como si fuera el 4 de enero te digo hija mía, felices 32 años de la Tierra, aunque sólo llegaste a los 16 aquí, yo te mantengo viva con todo mi recuerdo, con todas tus fotos, con todo mi amor, vos aquí tenés 32 y Allá 15. Es así como yo lo veo, espero que estemos de acuerdo. Marina está por llegar del trabajo, te dejo un enorme beso y ese abrazo que nos debemos hasta que yo vaya para Allá. Te amo hija de mi cuerpo y de mi alma, te amo Noé. Mami
