martes, 10 de agosto de 2010

MENSAJE DE ETERNIDAD

No me llores lejana ni perdida,
Yo soy parte esencial de tu existencia,
Nazco en tu corazón cada mañana,
Hablo a cada minuto en tu conciencia.


Todo amor y dolor me fue previsto,
Hubo tanta dulzura en mi fatiga ...
Cumplí mi humilde imitación de Cristo,
Quien anduvo en mi senda ... que la siga ...


Ele y Noé.

(Hoy casualmente en el modular de mi abuela en Morón encontré esta poesía que me habían regalado en la iglesia Cristo Rey el primer día de la madre sin Noé. Estaba escrito con la letra de mi abuela y con dos estampitas de comunión la mía y la de Pachi, mi hermanito. Creo que no fue casualidad. Creo que yo tenía que encontrarla hoy para publicarla aquí, hoy, por eso lo hice. Espero te haga bien, porque seguramente ellas nos lo están diciendo. Melan.)