miércoles, 4 de noviembre de 2009

MIS HIJAS Y YO UN AMOR ÚNICO


Las cosas están mejorando, lentamente pero mejoran y yo te tengo que agradecer tu intervención hija mía, justamente ayer, Nany decía "esto es cosa de la petiza", por cómo nos estábamos riendo y por noticias buenas recibidas y porque todo se está reacomodando. Gracias hijita, cada vez siento más cerca tu presencia a nuestro lado. Mi fe es tan fuerte que te siento viviendo con nosotras. Inclusive me pasa algo extraño cuando me despierto, en esos instantes en que uno no terminó de salir del sueño y entrar en la vigilia, muchas veces siento que habemos tres personas en la casa, y entonces pienso, es mamá, y luego digo es Noé! y siento como una afirmación y luego llega ya el despertar completo y la triste realidad de que sólo somos dos, Nany y yo, que vos no estás aquí, pero creo que en realidad en esos momentos sí estás sólo que yo no puedo verte. Pero ya llegará el día, esperaré los años que sean necesarios, los que Dios disponga, pero nunca nada ni nadie me sacará la esperanza de reeencontrarnos en ese abrazo que sueño diariamente.
Te amo hija, inmensamente, como yo amo a mis hijas, con todo mi ser. A veces pienso que no hay otra madre que ame como yo, sé que eso suena soberbio, pero yo lo siento así. Creo que debe ser porque habiendo pasado quince años, yo te extraño como el primer día y eso no lo veo en muchas madres que perdieron hijos, quizás haya otros factores...no sé, sólo sé que cada día de mi vida me despierto pensando en vos, lo hago durante todo el día y me duermo también pensando en vos, sos, junto con Marina el centro de mi vida y no sé cuántas madres tendrán este sentimiento. Con respecto a Marina, se da una situación muy especial, nos hemos quedado tan solas las dos, que ambas nos tenemos una a la otra y nada más, entonces tenemos una especie de simbiosis similar al del comienzo de la vida. Yo caigo, ella cae, yo me levanto, ella se levanta y viceversa y aunque a veces nos peleamos a gritos, a los minutos, te juro minutos, nos estamos abrazando y a veces hasta riendo. Sabemos que ninguna tendrá a alguien que la consuele y que no podemos separarnos, nos amamos mucho Marina y yo, como vos y yo, en definitiva, nos amamos las tres más de lo que se ama cualquiera en este mundo. Nadie conoce lo que es amar así. Te amo hija. Abrazo apretadísimo de oso y besos en la mejilla mil. Petichita linda! Mami.