lunes, 13 de diciembre de 2010

Hola mamita mía!


Mamita mía, gracias por todos tus regalitos y por todo lo que escribís por mí. A veces cuando te veo tan angustiada queriendo verme o que hablemos como antes y no podemos hacerlo, yo también quisiera complacerte, no porque no esté bien como estoy, sino porque quiero verte bien a vos. Sí ya sé, estás cansada de que todo el mundo te lo diga, que si te ponés mal, a mí también me  hace mal...pero es verdad mami de mi alma. Aunque no lo creas, es por el único motivo que Aquí podemos sentirnos mal, por ver como ustedes allá lloran por nosotros, no sólo porque no podemos hacer nada por calmar su dolor sino porque quisiéramos que tengan verdadera fe de que Aquí, en el Cielo, junto al Padre, junto a Jesús, a Nuestra Madre María y junto a todos los que hemos amado en el la tierra y ahora están Aquí y junto a otras almas que hemos podido conocer, somos realmente muy felices.
 Dios, nuestro Padre, es verdaderamente muy misericordioso y bondadoso y hace e hizo todo para que cuando estemos en este Paraíso que creó para los primeros hombre y mujer, lo podamos disfrutar ahora todas las almas que ya hemos sido purificadas del pecado; lo único que no puede hacer...es decidir si ustedes tienen fe o no, si lloran o no, si son felices o no, porque eso lo dejó al libre albedrío de cada uno, para que cada uno haga su vida o trate de hacerla como mejor crea que debe ser, en una palabra, nos hizo libres, está en nosotros usar ese libre albedrío, cuando todavía estamos en la tierra, de la mejor manera, para ser felices, hacer felices a los demás hombres y mujeres del mundo y hacernos totalmente felices a las almas que poblamos este Cielo, donde los estamos esperando, donde les estamos preparando un lugarcito a cada uno de nuestros seres más queridos.
 Te cuento un pequeño secretito, no te lo iba a decir, pero no importa si te lo cuento ahora, yo te estoy preparando un jardín de rosas...sí mamita, me acuerdo que siempre te gustaron las rosas y por eso estoy buscando todas las clases posibles y cada una que encuentro la ubico en un lugar que me parece el más apropiado a la forma que le voy dando a mi...mejor dicho ... a tu jardín, para que el día que llegues tenga este regalito para ofrecerte. Creo que te va a gustar mucho, porque Aquí hay mucha más variedad de flores que allá y entonces sí te vas a sorprender de lo hermoso que está quedando el jardín que te preparó tu hijita mayor, ya que tuve que venir antes que vos.
 Mami, quiero dejarles un pequeño mensaje a las chicas, mis amigas de siempre, a Chele sobre todo que lloró mucho cuando leyó este espacio nuestro, quiero que sepan todas que desde Aquí en el Cielo, las sigo amando como cuando estuve en la tierra, que conozco sus vidas porque siempre ando rondando la casa de todas, que cada vez que me piden algo hago lo posible por complacerlas, pero quiero que sepan que no depende de mí, yo soy una humilde intercesora, que siempre le estoy pidiendo a la Virgen por ellas y sus familias y por último, que si les hace mal leer esto que vos y yo nos escribimos, no lo lean, que vos y yo podemos porque somos mamá e hija, pero prefiero verlas felices y no sintiendo nuevamente el dolor de que ya no estoy allá, porque a mí me tocó otra vida diferente a la de ellas, pero también soy feliz, muy feliz, no lo duden y sobre todo...nunca, nunca pierdan la fe en Jesús y en Su Palabra, el Evangelio, aquél que tanto nos aburría leer para catequesis, ahora yo les digo... todo era la más absoluta Verdad. Críen a sus hijos con fe y ténganla también en María Madre de Dios y de todos los hombres, a ellas que son madres ya, no sabés mamita cómo trata de cuidarlas siempre la querida Mamita. No quiero decirles nada más para que no se pongan a llorar, porque son todas unas mariconas que lloran porque yo te escribo, ah! y que no piensen que vos estás enloqueciendo, no, no es así, esto lo hemos logrado vos y yo gracias a tu inmensa fe mamita mía de lo cual me siento enormemente orgullosa.
 Bueno, ahora te dejo, como vos sabés algunas veces Jesús nos llama para que lo acompañemos a misiones especiales que Él cumple allá en la tierra, si vos supieras mamita cuánto dolor y hambre hay en el mundo, cuántos niñitos sin nada a los que Jesús y desde que está la Madre Teresa más aún, va personalmente a ayudar, entonces muchos de nosotros los acompañamos y hacemos lo que podemos para paliar tanto dolor, aunque debe ser la propia humanidad la que lo haga para que pueda notarse el cambio de verdad, no le toca a Jesús cambiar el mundo, es el mismo hombre el que lo tiene que cambiar porque es él mismo quien dejó que llegara a este estado.
 Chau mamita mía, nunca te olvides que siempre estoy cerca tuyo y de Nanita, les mando un gran abrazo a las chicas y les digo que las quiero como siempre y a vos y a Nany un enorme beso y a vos especialmente ese gran abrazo que nos prometimos al final y que te aseguro nos daremos, yo te lo prometo. Te quiero mamita. Te amo con toda mi alma. Noé, tu hija mayor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario