domingo, 2 de agosto de 2009

El ángel más bonito del Cielo...

Cómo está el ángel más bonito del Cielo? Seguro que super bien! Y...Allá de qué otra manera se podría estar? Dónde estarás en este momento petichita mía? Seguirás en esa misión de la que me hablaste ayer? y dónde será? me podrás contar o sólo tendré que imaginarme o quedarme sin saber? Dios...qué difícil me la hicisste eh? Te me llevaste a mi ángel, porque ya eras mi ángel aquí, te acordás que yo te decía así cariñosamente? Por qué te habré inventado esa manera de llamarte, yo la sentía amorosa pero no tenía para mí ninguna connotación distinta, decirte ángel era como decirte "hijita", "petichita" o "mi amor", pero jamás pensé que serías verdaderamente un ángel del Cielo...mi vida, cuánto te extraño, hay días que mucho más que otros..Hay días que tu ausencia aún me parece una larga pesadilla, que me voy a despertar, te voy a abrazar y voy a llorar pensando en lo que soñé, pero también de alegría porque sólo fue un sueño. Pero no es así mi nena, es todo lo contrario, la pesadilla dura todo el tiempo que estoy despierta y recién cuando me duermo a veces viene el dulce sueño de encontrarte, después cada día desde aquél en que te fuiste levantarme siempre, siempre significó un "ayy Dios...otro día que hay que vivir sin mi Noé..." Pocas han sido las veces que no pensé así, quizás solo alguno en que la presencia en mi vida de Marina supera a tu ausencia aunque más no sea por unas horas, cuando cumplió los quince, o antes cuando tomó la comunión o quizá ahora cuando tiene que rendir el final de alguna materia o también las veces que fue abanderada y que en medio de la tristeza de que no estés físicamente allí para ver a tu amada hermanita, estaba el inmenso orgullo y alegría de verla llevando la bandera de ceremonias del colegio y entegándosela a quien la sucedió al recibirse en quinto año de la secundaria. Esos momentos, así, de mucha sensibilidad en cuanto a lo que vivimos todavía aquí, son los únicos en que quizás no pensé que era un sacrificio vivir sin vos, aunque siempre, siempre apareció nuevamente el recuerdo en el momento más emotivo del acto, porque siempre tu ausencia lo llena todo, todo lo tiñe del gris del dolor, y de la angustia de que no estás.
Noé hija mía, mi Noelia amada, yo tu mami, todavía no puedo creer en determinados momentos que te hayas ido, que Dios te haya llamado tan pronto, dieciseis años no es edad de morir, es edad de empezar, de apenas asomarse a lo que va a ser la vida, hay días como hoy en que no entiendo por qué tuviste que estar tan poco tiempo a mi lado. Te esperé con tanto amor, con tanto esmero, me cuidé tanto para que nacieras, porque había peligro de perderte, estuve tres meses en reposo absoluto, para retenerte en mi vientre y el resto, otros tres meses viviendo como en una esfera de cristal, todo para mantenerte en mi panza y nacieras y crecieras y fueras una bebé, una nenita, una niña, una adolescente, hasta aquí lo fuiste todo, pero también debías haber sido una joven, una mujer, una mujer en plena etapa de la vida, seguir adelante y llegar a la madurez y hasta la vejez, porque te merecías la vida, por qué no, si tantos la tenemos, como yo, que ya llegué a estos 56 que me pesan y me molestan, por qué vos no pudiste llegar también por lo menos a esta edad? O más, pero más sana que yo y sin dolores tan profundos en el alma. Por qué no pudiste tener una vida normal, con toda tu familia y luego terminar tus estudios y formar la propia y ser mamá! eso que tanto anhelabas...amabas los niños... deseabas con ternura tener hijos, siendo tan jovencitos, dieciseis y diciocho años, vos y tu novio ya pensaban en los chicos que tendrían, y amabas tanto a ese chico tan bueno que fue quien vos no querés que nombre, sí tenés razón no lo voy a nombrar más, pero no voy a dejar de mencionarlo como tu amor, porque no sólo vos lo amaste, él también te amó y mucho... y me consta...el estuvo cerquita tuyo hasta el último instante...Noé mi amada hija, están llegando los recuerdos que no quiero tener en mi memoria pero a veces salen, los de las últimas horas, los de la terapia intensiva, esas terribles doce horas de angustia, dolor y desesperanza, porque no hubo ni una sola buena noticia en esas doce horas...Dios, como aguanté, no sé, no sé, pero ahora no aguanto recorddarlo, asi que aquí termino. Te amo hija. te amo con toda mi alma, te amo inmensamente, no me dejes del todo nunca, no dejes de estar a nuestro lado. Te amo Noelia, mi nena ayer, hoy y siempre, eternamente mi hija, mi hija mayor, mi muñeca adorada. No puedo dejar de escribirte, es como si me fuera lejos de vos, estarás aquí? No, no estás aquí, esto es sólo todo lo que yo siento, pero yo sé que Jesús vino para traernos una esperanza y yo le creo y por esa esperanza vivo. Vamos a volver a estar juntas Noé, te lo prometo otra vez mi angelucho. Te amo. Mami.
Melan.

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