miércoles, 16 de marzo de 2011

Me contestó mi hija ángel... mi dulce Noé


Mamita! Cuánto tiempo que no te escribía, perdoname, es que aunque vos no lo creas aquí soy absolutamente feliz, y estoy en una total paz espiritual, mi espíritu es eso una luz de amor, el amor de Dios que brilla fuertemente en todos nosotros quienes estamos ya aquí, una enorme, inmensa sensación de paz, desconocida en el mundo y por lo tanto un increíblemente inmenso sentimiento de felicidad por todo lo anterior. No obstante, todo esto no sucede porque estemos todo el día recostados sin hacer nada, no! todo lo contrario, aquí tenemos muchas misiones que cumplir.
 Creo que ya te lo conté otras veces, Jesús elige entre todos nosotros sobre todo a los más jóvenes para llevarnos a recorrer el mundo y el universo todo llevando su Palabra, su mano de ayuda, su aliento, su esperanza y su enseñanza de fé para todo aquel que esté dispuesto a recibirlo. Eso es lo más importante, estar dispuesto a recibirlo, no cerrarse en la falta de fe, en el descreimiento por los errores cometidos por hombres y mujeres que levantando las banderas de Jesús, en sus vidas cotidianas no hacen más que daño.
 Justamente Jesús trata de que toda esa gente reaccione y se vuelque a la fe de una manera humana, pacífica, armoniosa y llena de amor. No es una tarea fácil, pero Jesús fue un cordero, pero ya no lo es mamita, si lo vieras en las situaciones que yo lo he visto... tratando de salvar un alma para Dios... No puedo contarte nada más, sólo quiero decirte sobre este punto que por favor nunca pierdas la fe, que no te dejes convencer por el maligno en los momentos de recaídas, siempre recurrí a Jesús o a María o si querés a mí primero que sé que pensás todo el tiempo que yo estoy siempre atenta y enseguida intermedio ante Jesús. Mi lucha en este tiempo es esa, tratar que los amores de mi vida en la tierra no caigan en sus manos manchadas y ante la inminencia de esa toma de poder que el maldito maligno pueda hacer estar presente para salvarlos. Yo los estoy esperando a todos aqui mamita... no quisiera perder para siempre a ninguno de mis seres más queridos, y más aún junto con Jesús no quisiéramos que nadie de la humanidad se perdiera, pero Él ya sabe que hay mucha gente absolutamente perdida.
 Mami, tengo que agradecerte todos los hermosos regalitos que me dejás, me gustan mucho y los disfruto recordando aquellos tiempos en que soñaba con una vida que no viví, pero que no me duele para nada haberla perdido, solamente me duele que vos sufras porque creas que yo sufro por perderla. No mamita, no es así, yo gané, yo obtuve muy pronto mi derecho al Cielo y a veces pienso que ustedes están luchando tanto allá... Por eso a Nanita por ejemplo trato de ayudarla lo que más puedo, porque está en un tiempo de la vida terrestre de mucha lucha y entonces le pasan cosas y a veces le hacen daño, pero vos no te preocupes porque yo siempre estoy a su lado para ayudarla. Quedate tranquila mami que a Nanita no le va a pasar nada.
 Te acordás cuánto me pediste cuando se iba a Cuba? Rezabas y me rogabas todos los días, y cómo le fue? Maravilloso! Todo como vos me pediste y ahora ella guarda una hermosa experiencia que le servirá en su vida, que va a ser muy larga en el mundo, pero será una buena vida, no te angusties.
 Me tengo que ir, pero antes quiero decirte que no olvides nunca que aunque yo no aparezca ante tu visión, que aunque no puedas tocarme ni oírme, ni yo te conteste cuando vos me preguntás algún días sabrás por qué no podés hacerlo, pero tenelo por absolutamente seguro que yo estoy allí, con vos, como cuando se cayó mi cuadrito absolutamente solo, esa noche tarde en que estabas solita porque Nanita estaba en Cuba. Me gusta que te des cuenta que soy yo y no tengas nada de miedo, me hizo muy feliz, que me llamaras y me dijeras que me amabas en ese momento, mi alma se iluminó más que nunca porque pudimos tener un breve contacto y esta vez lo notaste. Muchas veces estoy cerca y te dejo señales pero tu raciocinio, que es normal, te dice que no, que es esto o aquello, pero a veces mamita... no es esto o aquello... soy yo... Te amo inmensamente y te abrazo con toda la fuerza de esta alma mía llena del amor de Dios.  Tu petichita Noé.

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